Desde la imposición de la ley 4, en noviembre de 1991, el STAUS ha luchado, en un primer momento para que no se implementara, y posteriormente para que se cambiara dicha ley.
La Ley 4 es una ley antidemocrática, que instauró el cobro de cuotas y los exámenes de admisión, con un claro objetivo de elitizar y mercantilizar la educación superior pública sonorense. Le otorgó un inmenso poder a la rectoría y permitió el crecimiento del actual obeso aparato administrativo; con ello controla los órganos de gobierno de la Universidad, se otorga privilegios y viola flagrantemente los derechos de la mayoría de la comunidad universitaria.
Con ese poder, la rectoría en turno ha promovido modificaciones normativas de manera unilateral, que han afectado nuestras condiciones laborales como académicos, tal es el caso de la reforma al Estatuto de Personal Académico, el Modelo Educativo 2030, la Normatividad de los Técnicos Académicos, el cambio de reglas para el programa de indeterminación, entre muchas otras decisiones.
La situación es clara, mientras siga la Ley 4, las y los académicos estaremos en manos de la rectoría en turno, y con ello se prolongarán nuestras condiciones de trabajo: inestabilidad laboral, plazas vacantes, bajos salarios, sin prestación de vivienda, acoso laboral, etc.
En el Congreso del Estado existen iniciativas para cambiar la Ley 4, sin embargo, estas no han sido retomadas, lo que indica que las y los académicos, y la comunidad universitaria debemos de presionar para que se haga efectivo un cambio real.
Tampoco hay que perder de vista que las autoridades universitarias van a pelear para mantener sus privilegios, de hecho, ya elaboraron un proyecto de reforma a la Ley 4, a través del Colegio Académico, que mantiene la estructura de gobierno y refuerza su poder, pretendiendo con ello maquillar el cambio, para que sigan sus privilegios.
Académicas y académicos ha llegado el momento de tomar en nuestras manos el destino de la Universidad de Sonora, existen condiciones para lograr un cambio democrático en nuestra institución, no dejemos que la rectoría y sus funcionarios simulen un cambio.
¡Por Un Cambio Real de la LEY 4!
¡Democracia en la UNISON Ya!