Escuché hace unos meses la frase “hermana república soberana de Economía”, de boca de un profesor del departamento de Administración, y me pareció curiosa; desde entonces la he escuchado varias veces.
¿Qué está pasando en el departamento de Economía? anteriormente un espacio universitario donde retumbaba la crítica hacia el autoritarismo, los procederes verticales e injustos, donde se soñaba con transformaciones sociales y una universidad popular.
Curiosidades de la vida, ahora el departamento de Economía es dirigido por ocurrencias que van en el sentido de no respetar derechos y apuntalar una visión neoliberal del quehacer universitario.
Por décadas Economía fue un espacio de reflexión y acción por la democracia y la justicia, ahora es el departamento donde se experimenta con el incumplimiento de la norma universitaria y de los acuerdos bilaterales STAUS-UNISON. Se trata de mantener el control afectando derechos desde una posición superior, para enviar un claro mensaje, te alineas o atente a las consecuencias.
En Economía ganar un concurso de evaluación curricular no garantiza la prórroga de contratación. El derecho al trabajo digno es pisoteado por una ocurrencia de la jefa de departamento, avalada por la mayoría del Colegio Departamental, de establecer el requisito de tener la calificación mínima de 8. Ese requisito no se encuentra en la normatividad, legislaron sin estar facultados, ¿se creen soberanos?
Es claro que la evaluación del desempeño docente por el alumnado es necesaria para el mejoramiento de la función docente en la institución; pero el instrumento que utiliza la Universidad de Sonora ha sido descalificado por expertos, por obsoleto y estar mal diseñado. ¿Cómo se justifica su mal uso para negar el derecho al trabajo a un profesor que ganó un concurso de evaluación curricular? Más que punitiva la evaluación del desempeño docente debe ser formativa, pero eso implica dejar el paradigma del control, cosa que la administración universitaria no está dispuesta a ceder.
Las ocurrencias en Economía ya tienen tiempo, a principios de año se les ocurrió lanzar a concurso las plazas vacantes, incumpliendo el acuerdo pactado por el STAUS y la UNISON en el Convenio de la Revisión Contractual 2023 correspondiente al Programa de Ocupación de Plazas Vacantes. El STAUS interpuso un amparo y el juez ha otorgado, primero la suspensión provisional y después la suspensión definitiva, por lo que en Economía no pueden ocupar las plazas.
Todos los departamentos avanzan en la ocupación de sus plazas vacantes excepto Economía, ¿si evaluáramos el desempeño de la jefatura de departamento de Economía, tendría un mínimo de 8?, no creo, pero ¿Quién estaría interesado en evaluar a los jefes de departamento? Seguramente la administración central no, al contrario, este tipo de procederes arbitrarios son solapados a cambio de su respaldo, como muestra ahí están los casos de jefaturas de departamento de Santa Ana, Ciencias Químico-Biológicas, Lenguas Extranjeras, Arquitectura y Diseño, por mencionar algunas.
No es de extrañar que eso esté pasando en Economía, después de todo quien ocupa la ilegal tercera secretaría general (no está en la Ley 169) es de ese departamento, alguien con una gran influencia en las decisiones de la administración central, algunos hasta exageran diciendo que es el poder detrás del trono.
Mientras que el alba despunta en México y en el mundo con el creciente cuestionamiento a las políticas neoliberales, y en la Universidad de Sonora, de poco a poco, con una nueva ley orgánica, en la hermana república soberana de Economía todavía no amanece, sigue la noche oscura, tal vez por estar ubicada en latitudes cercanas al polo, en donde en invierno la noche se alarga, casi sin fin. Pero, no todo está perdido, Economía tiene maestras, maestros y estudiantes que no comparten esa oscura visión, y seguramente lograrán, que también ahí, la noche ceda y la luz los ilumine.