De persistir la intención de la rectoría de implementar gradualmente la programación anual en la máxima casa de estudios de Sonora se afectará no solo a los maestros de horas sueltas, que representan el 60% de los académicos de esa institución, sino también a un gran número de estudiantes que no podrán recuperar o adelantar materias.
El problema es tan serio que un grupo de profesores han decidido hacer un ACTO DE PROTESTA frente a las oficinas de rectoría, el próximo miércoles 27 de noviembre, para expresar su inconformidad y plantear la continuidad en su fuente de trabajo. De hecho, el Consejo General de Delegados del STAUS, en su sesión del pasado 14 de noviembre, acordó proceder a no aprobar la programación en caso de que no se resuelva la problemática de restricción de apertura de grupos para el semestre 2020-1. Queda claro que los profesores de asignatura serán los más afectados y deben ser Ellos los que defiendan su derecho a ser programados en el siguiente semestre.
Se piensa que si la administración quiere ahorrarse dinero hay muchas otras formas de lograrlo sin afectar una de las funciones sustantivas de la Universidad como lo es la docencia. Podría, por ejemplo, bajar los sueldos escandalosos de algunos funcionarios que llegan a ganar más que el presidente de la República, podrían desaparecer una serie de puestos burócratas que poco aportan al buen desarrollo académico de la Universidad, o bien, despedir a todos esos “asesores” a quienes se le ha contratado con fines políticos más que académicos.
Habría que recordar que el personal académico de horas sueltas fue el más afectado por la implementación unilateral del nuevo Estatuto de Personal Académico que impide que un gran número de profesores puedan escalar en el escalafón o bien adquirir tiempos completos indeterminados. No solo eso, también fueron los más afectados con la firma del nuevo convenio neoliberal del ISSSTESON donde se les obliga a pagar más y por más tiempo sin ninguna garantía de que se mejoren los servicios médicos y que se pueda aspirar a una jubilación del 100%.
Habría que señalar también que se dificultará la oportunidad que tienen algunos alumnos sobresalientes de terminar en menor tiempo sus carreras universitarias, ya que adelantar cursos no podrá ser una opción. También se verán afectados los alumnos irregulares que tendrán que esperar un año para recuperar cualquier curso que se imparta en el segundo semestre de cada año, asumiendo que tendrán la oportunidad de recuperarlo en los cursos de verano.
No se ve claro, entonces, cual es la intención de implementar esta programación anual y el primer departamento que se verá afectado es el de Químico-Biológicas en donde no se impartirá, por ejemplo, en el siguiente semestre la materia de Bioestadística I, cuya oferta semestral es de 4 grupos, y me dicen que algo parecido ocurrirá con algunas materias de servicios que imparten docentes del Departamento de Física.