La OIT (Organización Internacional del Trabajo) utilizó el término “precariedad” por primera vez en 1974 para enlazarlo con la inestabilidad laboral (Barattini, 2009). La precariedad en el trabajo se refiere a la degradación de las condiciones laborales, la intermitencia en la contratación y la incertidumbre de la permanencia o del despido; se ejerce mediante las políticas públicas y las normatividades, tales como las reformas laborales cuyo fin es recortar los derechos de los trabajadores (UGT, 2009; Guadarrama, et all., 2012; Fuentes, 2019).

Las características esenciales de la precariedad, según el Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud, son: inestabilidad e inseguridad laboral; reducción de ingresos o remuneración insuficiente; malas condiciones de trabajo y falta de protección (vulnerabilidad); menor acceso a prestaciones y beneficios sociales. Dichas características se manifiestan de distintas formas e intensidades, inciden en la pérdida del poder adquisitivo, pueden afectar incluso a los trabajos que aparentan ser seguros y conducir a la exclusión laboral (Guadarrama, et all., 2011; ESOPE, 2004, citado por Acosta y Buendía). Todo lo anterior influye en el desgaste de la calidad de vida (UGT, 2009).

El trabajo precario en la Universidad se refleja en estas situaciones: la mayor parte de la planta docente universitaria del país es contratada por horas; inestabilidad, intermitencia e inseguridad en la contratación; pocas expectativas de acceso a plazas; desvaloración del trabajo docente; ajuste de horarios a lo que indique la institución; evaluación para ingreso o promoción condicionada a publicaciones o cursos restringidos; desigualdad entre el personal docente y el personal administrativo en trato, retribución y prestaciones; horas extra clase que no son retribuidas; pérdida de poder adquisitivo; ingresos inestables; contratación de prestadores de servicios profesionales docentes, etc. (Rendón, 2019; Acosta y Buendía).

Cabe destacar que, a diferencia de otros tipos de empleo, el trabajo académico exige no solo la presencia en el aula, sino un mayor desempeño intelectual, conocimiento especializado, tiempo para planear, diseñar actividades, evaluar y brindar asesoría extra clase; además de, en muchos casos, realizar investigación, participar en congresos, publicar libros o artículos en espacios de prestigio, cursar estudios de posgrado o especialidad, entre otras actividades que no son remuneradas.

Por lo anterior, es urgente que se retome la dignificación del trabajo docente: recuperando la esencia del trabajo académico, dando prioridad a la cátedra; garantizando el trabajo y las condiciones laborales que permitan satisfacer las necesidades profesionales, económicas y sociales básicas, así como visualizar un proyecto de vida estable a largo plazo; indeterminando a profesores con mayor antigüedad; ampliando la matrícula y abriendo los grupos necesarios y suficientes para satisfacer la demanda de los estudiantes y para cubrir la programación de todos los docentes; pagando salarios dignos que permitan mayor atención a la calidad en la docencia y la investigación; asignando espacios suficientes para realizar las actividades docentes fuera del aula. En este mismo tenor, es necesario reforzar y asumir los compromisos docentes, en la consideración de que las condiciones de trabajo, de salud y de satisfacción laboral son factores que influyen en el buen desempeño del docente y, por lo tanto, en la calidad de la educación.

Referencias:

Acosta, A. y Buendía, M.A. (s/f). Condiciones laborales de profesores por hora del nivel superior: de la omisión a la visibilidad de la precariedad en la docencia universitaria [en línea]. Recuperado de: https://www.comecso.com/ciencias-sociales-agenda-nacional/cs/article/view/1231/308

Barattini, M. (2009). El trabajo precario en la era de la globalización. POLIS, Revista Latinoamericana. Recuperado de: https://journals.openedition.org/polis/1071

Fuentes López, R (23/08/2019). La precarización laboral en México. El sol de Puebla [en línea]. Recuperado de: https://www.elsoldepuebla.com.mx/analisis/la-precarizacion-laboral-en-mexico-4078965.html

Guadarrama, R, Hualde, A. y López, S. (abril-junio, 2012). Precariedad laboral y heterogeneidad ocupacional: una propuesta teórico-metodológica ocupacional: una propuesta teórico-metodológica. Revista Mexicana de Sociología 74, núm. 2: 213-243.

Pérez Sánchez, m.A. (22/02/2018). Enseña como puedas: precariedad laboral en la Universidad y medidas sine qua non para erradicarla. [En línea]. Eldiario.es Murcia y aparte. Recuperado de: https://www.eldiario.es/murcia/murcia_y_aparte/Ensena-precariedad-laboral-Universidad-erradicarla_6_743035703.html

UGT (Sindicato Unión General de Trabajadores). (2009). Lo que no sabías sobre precariedad. P.2 y 51. Recuperado de: http://portal.ugt.org/juventud/lo_que_no_sabias_juventud_UGT.pdf